domingo, 27 de marzo de 2011

NUEVO BLOG

Tras largos meses en vía muerta, cierro este blog y abro otro. Esta es la nueva dirección: www.elfriknefilo.blogspot.com Besicos para todos.

lunes, 17 de mayo de 2010

De ricos y pobres



Robaba a los ricos y repartía el botín entre los pobres. Ridley Scott termina su último trabajo cinematográfico donde comenzaban sus piruetas Errol Flynn o Kevin Costner. Quizás no le interese la acción y el espectáculo gratuitos, sino la justificación del mito: el poder siempre traiciona al oprimido y tan solo queda rebelarse.


Scott, director siempre sagaz e inteligente, habla, tal que lo hiciera en Gladiator, de aquella lejana época, invitando al espectador a adivinar las evidentes relaciones con ésta. El mundo siempre es el mundo, antes y ahora, plagado de gangsters (más o menos americanos o más o menos romanos) de traje y corbata o que visten toga viril. Dentro de cualquiera de nosotros puede incluso anidar un rabioso alien, cuyas fatales consecuencias nos inviten a comportarnos cual Hannibal Lecter lo hace frente a la mediocridad de una sociedad corrupta (ética y estéticamente).


Observen a su alrededor. Juzguen la situación y díganme si no dan ganas de tomar el arco y la flecha.

lunes, 3 de mayo de 2010

¡Qué bonito que se ve!



Arruirnarse. Es el inconveniente de las nuevas tecnologías, que se unen a mi búsqueda de una experiencia audiovisual que toque el cielo de la perfección. Poco a poco, me voy enganchando a la cosa esta del Blue Ray. El problema no es el sistema en sí, sino la paulatina debilitación de mi economía, porque, naturalmente, no es lo mismo pagar quince euretes (y no digamos nada de las tremendas ofertas que encontramos en DVD) que los treinta de rigor que suele costar una novedad en el nuevo formato. ¡Pero qué bonito que se ve!


Todo comenzó como experimento, comprando una peliculilla en Blue Ray, Spiderman 3, que encontré de oferta, para ver qué tal funcionaba un reproductor que tenía por casa. Me sorprendió gratamente. Pensaba que no habría excensiva diferencia respecto al DVD, pero, ¡caramba! El caso es que, hoy por hoy, pico constantemente, en cualquier superficie comercial, tan solo por lo bien que se ven esas películas que incluso ya he disfrutado en cine y en DVD. Por ejemplo, El caballero oscuro, que la vi en cine cuando se estrenó, que la compré en DVD y que ahora he vuelto a adquirir en Blue Ray, apreciándolo todo con un nivel de detalle exquisito, con unos contrastes cromáticos sensacionales y con una profundidad de campo asombrosa. Lo del Blue Ray es hacer que lo mismo parezca nuevo y diferente.


Imagino, pero tan solo es una hipótesis, que las películas más actuales se verán mejor, dado que este formato no superará la calidad del fotograma original. La más antigua que he visto es el Drácula de Coppola y, aunque nunca la había disfrutado con ese nivel de detalle, no me dejó tan impactado como Spiderman 3 o El caballero osuro.


Aunque en este blog creo que nunca lo he hecho, la calidad de la proyección ha sido un tema que, incluso por cuestiones profesionales que no viene al caso traer a colación, siempre me ha interesado. Muchos cines dejan bastante que desear (oscilaciones en la lámpara de proyección, desenfoques, defectos en el fotograma), si bien la proyeción digital (a la que uno también se malacostumbra) está paliando bastante el problema. Si tuviera que quedarme con dos de las proyecciones más bonitas a las que he asistido elegiría la versión digital del Blade Runner de Ridley Scott y la proyección, digital y en 3D, de San Valentín sangriento, que me dejó mucho más perplejo (y no por la calidad de la película precisamente) que Avatar.


Cuando, hace años, el DVD apareció, me engatusó su tremenda calidad, pensando que ya no se conseguiría una mejor definición. La pregunta que ahora me hago es: ¿sacarán algún formato que supere la calidad del Blue Ray? Y yo que empecé con un Cine Exín...

miércoles, 21 de abril de 2010

Furia de titanes



¡Qué bonita la versión antigua! Dirección de Desmond Davis, que consigue planos fabulosos, que vistos a fecha de hoy parecen antiguos pergaminos llenos de encanto. Aquel tramo en el que Perseo cruzaba la laguna Estigia para enfrentarse con la Medusa, previo insólito combate con el Cancerbero. ¡Qué gran momento de cine! Ray Harrihausen hizo uno de sus memorables trabajos, contribuyendo a lograr una fantasía mitológica que me dejó fascinado cuando acudí de niño al cine Fleta (que, para los que no lo sepan, era uno de los cines, hoy ya derribado, más gigantescos de Zaragoza).


Del "remake" de Louis Terrier se han dicho muchas cosas (buenas y malas), pero quiero ser muy claro al advertir que la copia en 3D tan solo desata la furia del espetador, pues se ve muy mal. ¿Se imaginan que compran un jamón y les sale agusanado? ¿A qué lo cambiarían? Pues lo mismo habría que hacer con la entrada (más cara por ser en 3D) de esta película. Los fondos en planos oscuros están totalmente difuminados y se advierten unas terribles manchas en los rostros de los actores. Es decir, que uno paga (lo que siempre debe hacerse para cumplir con los parámetros legales establecidos) por disfrutar de una película que no cumple los mínimos parametros de calidad de proyección. Una pequeña estafa.


De verdad. La versión antigua es más maja, y además la acaban de editar en Blue Ray (la repipa). Así que mejor volver a comprarla (los que la tuvierais en DVD) y volver a verla con una calidad que ni cuando se estrenó en salas comerciales por vez primera.

martes, 13 de abril de 2010

A vueltas con...



...Dario Argento. Yo a la mía, con mis directores favoritos. Ya he conseguido ver la última película del creador de Rojo oscuro, Suspiria e Inferno (tres obras maestras que nadie debería perderse). De acuerdo, Giallo no está a la altura de otras de sus arriesgadas propuestas, pero me sigue pareciendo un bocado de buen cine. Desde hace tiempo que Argento ha abandonado aquel barroquismo que le caracterizaba. Ahora es mucho más contenido, rápido en sus planteamientos y raudo en sus resoluciones: eficacia y ritmo antes que atmósfera y preciosismo. Pero sigue siendo él. Quizás por problemas de producción (se nota que sus películas más recientes no son tan caras como las de su etapa dorada), Argento opta por el minimalismo, la sencillez, la contención; pero de esa cura de humildad estética surge un elegante estilo de maestro reinventado.


Giallo la protagonizan Adrien Brody y Elsa Pataky (a la que el malo le hace alguna que otra barrabasada), aunque Emmanuelle Seigner lleva casi todo el peso femenino. Uno encuentra lo que espera ver en una película de Argento (con referencias explícitas a su propio universo cinematográico) pero, al mismo tiempo, descubre todo lo contrario (y no quiero desvelar nada). Tan solo dura noventa minutos, por lo que casi no queda tiempo para pestañear. Atención a la resolución de la película. La mayoría diréis que es horrenda y absurda, pero a mí me ha parecido magistral.


En resumidas cuentas. Creo que el cine de hoy nos tiene mal acostumbrados. Todo tiene que ser grandilocuente, muy elaborado, largo, "avatariense". Muy bien, muy bien, pues yo me quedo con mi Argento y su Giallo que, como viene siendo habitual, ni se ha estrenado ni se estrenará.

lunes, 8 de febrero de 2010

The road



Desolación. Desesperación. Desesperanza. Creo que cualquiera de estas tres palabras definirían de manera rápida y acertada la sensación que desprende The road. No estamos ante una película de aventurillas postacocalípticas; The road más bien muestra que la civilización es un fantasía efímera y débil que sólo puede tener lugar al darse las condiciones adecuadas. Cuando el hombre está a solas y cuando al hombre le falta todo, todo, puede llegar a transformarse en esa besia caníbal para la que los conceptos de bien y mal tan solo son eso, conceptos.


The road: poética justificación de la maldad, belleza decadente para una emotiva y desgarradora película de sórdida hermosura.


Conmovedor el expresivo rostro de Viggo Mortensen durante todo el metraje. Preciosa la escena de la separación de los dos protagonistas adultos, con Charlize Theron perdiéndose en la oscuridad. ¡Qué bien que fotografía Javier Aguirresarobe!

miércoles, 3 de febrero de 2010

¡Qué bonitos!


¡Qué bonitos los Oscars! Siempre me ha gustado el glamour que se monta en Hollywood, y ver el acontecimiento por la televisión (aunque añoro los tiempos en los que el evento era emitido para todo el mundo, y no sólo para los abonados a Canal +; si bien esto último ha ocasionado agradables reuniones de amigos). Otra cosa es si la película que gana es o no la mejor.
Los Oscars son un negocio típicamente norteamericano y, sin embargo, aquí nos empeñamos en españolizarlos, como si perdiéramos el culo por estar invitados a la fiesta. Algunos medios de comunicación tan solo hablan de la presencia de nuestro país en el asunto; que si está nominada Penélope Cruz, que si tanto La teta asustada como El secreto de sus ojos tienen participación española... Y, sin embargo, obvian nombrar las películas para las que está hecho este premio: las producciones norteamericanas populares. Este año, era previsible, zas, Avatar. Se ha colado Distrito 9, de lo que me alegro mucho; y, posiblemente, con el permiso de La cinta blanca (que compite en la categoría de mejor película de habla no inglesa), sea Malditos bastardos la mejor película de las nominadas (en esta ocasión, se han olvidado de Invictus). También aparece por ahí En tierra peligrosa, de Kathrin Bigelow, ex-exposa, por cierto, del todopoderoso James Cameron. A lo mejor da el campanazo y le manga toda la gloria al padre de Terminator.


A mí, James Cameron siempre me ha gustado (desde los tiempos de Piraña 2: Los vampiros del mar, película de la que él mismo reniega), pero me parece un poco palizas con lo de revolucionar el cine. Pero, ¿qué cine? ¿El de altísimo presupuesto? Porque, que yo sepa, el otro no necesita de revolución alguna. Gaspar Noé, Michael Haneke, David Lynch o Lars von Trier son mucho más rompedores que el director de Mentiras arriesgadas y se las pintan solos para, a la chita callando, plantear propuestas mucho más refrescantes que la de los muñecos azules del planeta Pandora. Y, obviamente, no quiero decir con esto que no me guste Avatar (de hecho, la he visto dos veces); pero también me gustaron mucho Alien's o Abyss y no se le dio a Cameron tanto bombo y platillo.


En resumidas cuentas. Avatar va a arrasar, sin que eso signifique que sea la mejor película del año, ni que vaya a revolucionar no sé qué...