lunes, 17 de mayo de 2010

De ricos y pobres



Robaba a los ricos y repartía el botín entre los pobres. Ridley Scott termina su último trabajo cinematográfico donde comenzaban sus piruetas Errol Flynn o Kevin Costner. Quizás no le interese la acción y el espectáculo gratuitos, sino la justificación del mito: el poder siempre traiciona al oprimido y tan solo queda rebelarse.


Scott, director siempre sagaz e inteligente, habla, tal que lo hiciera en Gladiator, de aquella lejana época, invitando al espectador a adivinar las evidentes relaciones con ésta. El mundo siempre es el mundo, antes y ahora, plagado de gangsters (más o menos americanos o más o menos romanos) de traje y corbata o que visten toga viril. Dentro de cualquiera de nosotros puede incluso anidar un rabioso alien, cuyas fatales consecuencias nos inviten a comportarnos cual Hannibal Lecter lo hace frente a la mediocridad de una sociedad corrupta (ética y estéticamente).


Observen a su alrededor. Juzguen la situación y díganme si no dan ganas de tomar el arco y la flecha.

lunes, 3 de mayo de 2010

¡Qué bonito que se ve!



Arruirnarse. Es el inconveniente de las nuevas tecnologías, que se unen a mi búsqueda de una experiencia audiovisual que toque el cielo de la perfección. Poco a poco, me voy enganchando a la cosa esta del Blue Ray. El problema no es el sistema en sí, sino la paulatina debilitación de mi economía, porque, naturalmente, no es lo mismo pagar quince euretes (y no digamos nada de las tremendas ofertas que encontramos en DVD) que los treinta de rigor que suele costar una novedad en el nuevo formato. ¡Pero qué bonito que se ve!


Todo comenzó como experimento, comprando una peliculilla en Blue Ray, Spiderman 3, que encontré de oferta, para ver qué tal funcionaba un reproductor que tenía por casa. Me sorprendió gratamente. Pensaba que no habría excensiva diferencia respecto al DVD, pero, ¡caramba! El caso es que, hoy por hoy, pico constantemente, en cualquier superficie comercial, tan solo por lo bien que se ven esas películas que incluso ya he disfrutado en cine y en DVD. Por ejemplo, El caballero oscuro, que la vi en cine cuando se estrenó, que la compré en DVD y que ahora he vuelto a adquirir en Blue Ray, apreciándolo todo con un nivel de detalle exquisito, con unos contrastes cromáticos sensacionales y con una profundidad de campo asombrosa. Lo del Blue Ray es hacer que lo mismo parezca nuevo y diferente.


Imagino, pero tan solo es una hipótesis, que las películas más actuales se verán mejor, dado que este formato no superará la calidad del fotograma original. La más antigua que he visto es el Drácula de Coppola y, aunque nunca la había disfrutado con ese nivel de detalle, no me dejó tan impactado como Spiderman 3 o El caballero osuro.


Aunque en este blog creo que nunca lo he hecho, la calidad de la proyección ha sido un tema que, incluso por cuestiones profesionales que no viene al caso traer a colación, siempre me ha interesado. Muchos cines dejan bastante que desear (oscilaciones en la lámpara de proyección, desenfoques, defectos en el fotograma), si bien la proyeción digital (a la que uno también se malacostumbra) está paliando bastante el problema. Si tuviera que quedarme con dos de las proyecciones más bonitas a las que he asistido elegiría la versión digital del Blade Runner de Ridley Scott y la proyección, digital y en 3D, de San Valentín sangriento, que me dejó mucho más perplejo (y no por la calidad de la película precisamente) que Avatar.


Cuando, hace años, el DVD apareció, me engatusó su tremenda calidad, pensando que ya no se conseguiría una mejor definición. La pregunta que ahora me hago es: ¿sacarán algún formato que supere la calidad del Blue Ray? Y yo que empecé con un Cine Exín...