martes, 3 de marzo de 2009

Julia



Julia son dos horas y media de vertiginoso descenso a los abismos abyectos de la condición humana. Julia nos ofrece a una entregada Tilda Swinton que, en manos de uno de los grandes del cine europeo, el realizador francés Erick Zonca, se transforma en un ambiguo personaje que busca la salvación a través de los tortuosos terrenos de lo desesperado. Julia es un Hitchcock camuflado de Rossellini, los hermanos Dardenne o incluso Lars von Trier; un “thiller” impecable e implacable que invita a reflexionar acerca de estos locos tiempos que corren, donde tan solo parece importar el dinero, el dinero y el dinero, a toda costa y como sea, para salvarnos de ese gran peligro que en realidad no somos más que nosotros mismos. Tras La vida soñada de los ángeles y El pequeño ladrón, Zonca nos sirve otra gran película, tensa y amarga, con toda la fuerza del cine más visceral, acerca de un inexorable proceso de deshumanización, ¿con posibilidad de redención? Véanla y respóndanse ustedes mismos.

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