jueves, 9 de julio de 2009

Mil gritos tiene la noche


En esta ocasión dedico breves palabras a otro de los títulos de mi extraña colección en VHS. Un clásico del cine fantaterrorífico (como diría Paul Naschy) español: Mil gritos tiene la noche, dirigida en 1982 por el gran Juan Piquer Simón. Estamos ante una tópica película de ambiente juvenil (la trama transcurre en un campus universitario) cuyos protagonistas van muriendo de uno en uno. Mil gritos tiene la noche sigue en este sentido la estela de Viernes 13, si bien su singular asesino va armado de una sierra mecánica (reminiscencia de La matanza de Texas), lo que da lugar a una antología de escenas fuertes que elevan la película a la categoría de obra de culto del “gore”. Pero el pastiche no termina ahí, semejanzas con el Psicosis de Hitchcock (y con La residencia de Narciso Ibáñez Serrador) terminan de aderezar un entretenido producto con un sorprendente final (gran susto incluido) que liga la película a los terrenos del fantástico (inesperada venganza de ultratumba).

Mil gritos tiene la noche fue un éxito en taquilla tanto en España como en el mercado internacional (en Estados Unidos obtuvo, junto con Slugs, uno de los mayores éxitos de su director). A Juan Piquer le debemos otros irrepetibles títulos (que también reposan en los estantes de mi videoteca en VHS) como Supersonic Man, Misterio en la isla de los monstruos, La grieta o La mansión de Cthulhu. Auténtico y delicioso cine de barrio que, desde este blog, invito a recuperar.

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