martes, 20 de enero de 2009

La vida por delante


Se acerca ese momento en el cual tengo el enorme placer de conversar con Belén Vicente para todos ustedes y hete aquí que me encuentro en la disyuntiva. Tanto me gustó el libro de Alfredo Landa que ayer mismo recomendé en este blog que, lógicamente, estoy por volver a retrasar ese prometido especial acerca del cine de zombis.

Lo de la disyuntiva es algo que me gusta, pues siempre permite elegir: por la derecha o por la izquierda, dulce o salado, librico o peliculica… Lo de la elección es, siempre, una posibilidad maravillosa:

-¿Qué hacemos, nos quedamos aquí en casa o nos vamos al cine a ver Guerra de novias?

-¿Guerra de novias? ¿Y eso qué es? Mejor nos quedamos en casa viendo aquella de Fernán Gómez, sí, la de la pareja que se compra un piso y que no termina de salir adelante.

La vida por delante, película que hace tiempo homenajeara Antonio Muñoz Molina con uno de sus textos, tiene ya sus cincuenta añitos largos, pero cuenta casi los mismos problemas de la vida de hoy (esa que para muchos está siempre por delante, y que parece no llegar jamás, como una promesa de felicidad eternamente incumplida). La vida por delante es una elección perfecta para resolver la disyuntiva, para pasar cualquier tarde de la semana, sobre todo teniendo en cuenta que, en tanto en cuanto a otros asuntos se refiere, quizás, no se pueda elegir.

2 comentarios:

  1. No sabía que estabas en este blog. ¿Damos cerrojazo al otro? Al final, no nos vimos a la salida de la proyección de "Ondas".

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  2. La vida por delante y... La vida alrededor. ¡Qué grandes películas! Guerra de novias no es sino un homenaje justificativo a la superficialidad. "Fashion victims" con novios floreros bajo el brazo.

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