lunes, 12 de enero de 2009

Quarantine


El cine de miedo retorna en forma de, más que “remake”, hermano gemelo, con sus evidentes similitudes y singulares diferencias. Si el primer alumbramiento de este binomio oscuro fue bautizado como Rec, el segundo vástago obedece al nombre de Quarantine. Quizás lo más sencillo sería hacer una crítica al uso, utilizando el concepto de originalidad como rasero, pero estaríamos negando el festivo disfrute que esta réplica norteamericana produce durante su hora y media de duración. Si Rec es una estupenda película hecha por y para fans del género de terror, Quarantine puede interpretarse como una estupenda película hecha por y para fans de Rec y, por ende, también para fans del género de terror, de esos que estimamos una obra maestra como Psicosis pero tampoco nos tiramos de los pelos por su bastarda descendencia (y creo que van cuatro, si metemos en el saco el experimento de nuestro admirado Gus Van Sant). Nos nos engañemos, mientras esperamos el auténtico bombón que sin duda será Rec 2, lo de calmar la impaciencia con Quarantine es lo mejor que puede hacer todo buen “freaknéfilo” que se precie. La película se presta al entretenido juego de las diferencias y, si bien considero que es inferior al original hispánico (todo un clásico inmediato), sí que nos regala, a cambio de algo menos de humor, unas cuantas secuencias más de terror extremo. En Quarantine nos encontramos, ante todo, más zombis (y no solo humanos) y una mayor presencia de la terrible (y humana) amenaza exterior.

Si Rec tenía algo (y creo que tenía bastante) de video juego de horror en primera persona, Quarantine es como pasarse de nuevo toda la aventura, pero en un nivel de dificultad mayor. Obviamente, a pesar de que lo pasemos bien, no sorprende ni engancha tanto como la primera experiencia.

En resumidas cuentas, una película excelente que, sin lograr la fresca fuerza del original, aporta brillantes hallazgos al perturbador universo creado por Jaume Balagueró y Paco Plaza que John Erick Dowdle recrea con profesionalidad.

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